¿Intérprete o traductor? Encuentra las 10 diferencias antes de que sea demasiado tarde

Los traductores y los intérpretes hacen cosas parecidas, pero no iguales. Saber a quién recurrir en cada caso te puede evitar situaciones posiblemente costosas e incómodas, como la que le ocurrió al presidente de EE. UU., Donald Trump en la cumbre del G20.

Mejor sordo… que mal interpretado

Un ejemplo: como se ve en las fotos, durante el discurso de bienvenida del presidente argentino Mauricio Macri, Trump se quejó de la interpretación y prefirió dejar su receptor en el suelo. “Creo que lo entendí mejor en tu idioma que con esto…” dijo Trump a Macri (presidente de Argentina).[1]

Trump deja su receptor en el suelo. Foto de AP.

Diferencias entre intérpretes y traductores

La traducción y la interpretación son especialidades muy diferentes porque responden a situaciones diferentes. Veamos algunas diferencias.

El intérprete El traductor
Habla. Interpreta el lenguaje oral o de señas que, dicho sea de paso, no es universal (p. ej., hay una lengua de señas para el español y otra para el inglés). Escribe. Traduce textos.
Trabaja en el mismo momento en que ocurre la comunicación (cara a cara en negociaciones; desde una cabina en conferencias; por teléfono o videoconferencia).

 

Trabaja antes de que ocurra la comunicación (prepara textos que usarán para comunicar una vez que haya terminado la traducción, como sitios web, contratos, manuales, subtítulos, etc.).
Es la primera y única línea de comunicación, el resultado de su trabajo llega “sin filtro”. Puede (y en muchos casos debe) contar con la ayuda de editores y revisores que controlan y mejoran su trabajo.
Según la situación, puede hablar en su idioma materno o en otro. Suele escribir solo en su lengua materna.
El lenguaje hablado suele ser menos estructurado y la forma de presentar las ideas, menos complicada.

 

El lenguaje escrito es más adecuado para presentar ideas complejas y mucha densidad de información, por otra parte, los redactores no siempre son claros.
Según la situación, puede pedir aclaraciones a quien habla. No siempre se puede consultar al autor para aclarar ambigüedades o ciertos términos.
Puede ver las reacciones de sus oyentes y transmitir información adicional con su tono de voz y gestos. No puede consultar al lector, debe asegurarse de que el texto se entienda.
No puede usar muchas referencias porque su respuesta debe ser inmediata (imagínate qué pasaría si consulta un diccionario mientras el orador sigue hablando). Tiene acceso a diccionarios y otros materiales de referencia. A veces encontrar el término adecuado puede llevarle horas de investigación.

Recuerda: las traducciones llevan tiempo.

Suele cobrar por hora o jornada (que pueden incluir el tiempo de desplazamiento), más los gastos de viaje, comidas, seguros, etc.

 

Suele cobrar por palabra o página.
El intérprete te asesorará sobre el equipamiento necesario (cabina, micrófonos, consola, etc.) y si debe trabajar con alguien más (en interpretación simultánea, se suele trabajar de a dos y alternar aproximadamente cada 20 minutos porque es un trabajo agotador). El traductor o administrador de proyectos de traducción te asesorará sobre los servicios adicionales necesarios (edición bilingüe, revisión monolingüe, maquetación y tareas de pre- y postraducción).
Ambos son profesionales que facilitan la comunicación entre distintas culturas (las diferencias van más allá del idioma) para que puedas lograr tus objetivos. Su trabajo representa la imagen de tu organización, no solo pueden ayudarte a entender y convencer, también a crear vínculos de confianza.
Ambos tratan tu información y la de tus interlocutores como confidencial.
Ambos se especializan en ciertos temas. Asegúrate de contratar al proveedor adecuado para el evento o los textos que necesitas (medicina, legal, tecnología, economía y finanzas, etc.).

Es cierto, en términos generales, los traductores interpretan (dan sentido a los textos) y los intérpretes traducen (reproducen la información en otro idioma), pero en la jerga profesional, los traductores se ocupan de la palabra escrita y los intérpretes, de la palabra hablada.

Cuanto más puedas confiar en tu traductor o intérprete, más cómodo te vas a sentir (y también tus interlocutores) y eso se va a notar en los resultados. Imagínate ver una película con subtítulos que no coinciden con las expresiones de los actores, o firmar un contrato con errores gramaticales y ortográficos.

¿Cómo te sentirías cerrando un trato sin estar seguro de que ambas partes entienden lo mismo, en una consulta médica en la que no puedes explicar tus síntomas, en un juicio donde ser pierden detalles importantes, o en una conferencia en la que el orador parece decir sinsentidos?

¿Qué le pasó a Trump?

A diferencia de lo que muchos medios comentaron, el fastidio de Trump fue por un problema técnico del auricular y no de calidad de la interpretación.[2]

Notas

[1] «G20: fastidiado, Trump se quejó por la traducción del mensaje de Macri», 30 de noviembre de 2018, https://www.lanacion.com.ar/2197861-g20-queja-trump-traduccion-del-mensaje-bienvenida.

[2] «Remarks by President Trump and President Macri of the Argentine Republic before Bilateral Meeting | U.S. Embassy in Argentina», U.S. Embassy in Argentina, 30 de noviembre de 2018, https://ar.usembassy.gov/remarks-by-president-trump-and-president-macri-of-the-argentine-republic-before-bilateral-meeting/.

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